El actual delantero del Stoke City habló de su pasado en una entrevista a ''The Guardian"
El futbolista reconoce que pasó momentos de mucha angustia en el vestuario blaugrana.
"Al principio todo ocurrió demasiado rápido. Futbolísticamente fue bien, pero no personalmente. La gente dice que mi carrera no ha ido tan bien como esperaba. Me llamaban 'el nuevo Messi'. Sí, si me comparas con Messi... ¿qué carrera esperas? Hay muchas cosas que la gente no sabe", admitía de inicio Krkic al periódico inglés, antes de explicarse. Según sus propias palabras, su convocatoria para la Eurocopa de 2008 con sólo 18 años fue parte del problema que lastró su evolución: "No fui a la Eurocopa por mis problemas de ansiedad, pero dijimos que estaba de vacaciones. Me llamaron para jugar contra Francia en mi debut internacional y se dijo que tenía gastroenteritis cuando en realidad volví a tener un ataque de ansiedad. Pero nadie quiere hablar de eso, al fútbol no le interesa. La ansiedad afecta de formas diferentes. Conmigo eran mareos y malestar general constantemente, 24 horas al día. Estaba bien cuando entré al vestuario para jugar contra Francia, pero empezaron los mareos y me empecé a agobiar. Esa fue la primera vez, pero tuve episodios similares a ese. Hay medicinas, tratamiento psicológico para superar las barreras, el miedo... Duró de febrero hasta el verano. Cuando llegó la Eurocopa decidí que no podía ir, que tenía que aislarme".
"Todo el mundo en la Federación lo sabía: Luis Aragonés, Fernando Hierro... Hierro me mandaba mensajes cada semana preguntándome cómo estaba y el día anterior a anunciar la convocatoria me dijo: "Bojan, te vamos a convocar". Estaba yendo a entrenar y contesté: "Es duro decir esto pero no puedo". Cuando llegué al Camp Nou, Puyol me dijo: "Bojan, estaré a tu lado todo el tiempo, para ti". Le dije: "Puyi, no puedo. Me estoy medicando y estoy al límite". Al día siguiente leí el titular 'España llama a Bojan y Bojan dice no'". Aquel titular me mató. Recuerdo estar en Murcia y la gente insultándome: no lo sabían, creían que simplemente no quería jugar. Fue duro, aunque realmente en ese momento no me importaban mucho las críticas. Lo que me dolió fue que presumiblemente ese titular salió de la Federación. ¿Cómo me puedes convocar, habiendo hablado conmigo el día anterior, sabiendo cómo estaba, y que todo eso saliese? Me sentí muy solo. Todavía hay gente que me pregunta: '¿Por qué no fuiste?'", reconoce Krkic, que es cuestionado sobre su silencio: ¿Por qué entonces no habló de lo que le pasaba?
"Estaba asustado. Enfermo. Agobiado. No sabía qué hacer. Recuerdo decir en una entrevista en Barça TV que necesitaba vacaciones. Sabía que no era lo correcto, pero a esa edad no lo sabes y la bomba ya había explotado. Solo intentamos extinguir el fuego. Sentí que tenía que escapar de cualquier forma. Diez años después miró atrás y la reacción no me sorprende. A la gente le cuesta aceptar que las cosas no van bien y por lo que respecta al fútbol todo está bien", expone el ariete que también apunta en la entrevista que "debería haber sido más paciente" en el Barcelona, antes de marcharse a jugar en Italia, Holanda, Alemania o Inglaterra.
"Lo más importante no son los trofeos, son las experiencias, lo que has vivido y lo que hay en tu corazón, lo que sabes y lo que has vivido no te lo puede robar nadie. Y los que hablaron mal de ti te olvidarán. Si Víctor Valdés, el portero más grande de la historia del Barcelona, ha sido olvidado, ¿cómo no me olvidarán a mí? Y entonces solo quedaré yo, yo y mi orgullo y los momentos únicos que muchísimos futbolistas nunca han vivido". Amo el fútbol y eso no me lo puede quitar nadie. Estoy orgulloso de mi carrera y de lo que he vivido, incluso si hay momentos duros, incluido este año, tienes que ser fuerte. Siempre amaré el fútbol, siempre. Sigo siendo joven, disfruto jugando y no tengo intención de parar todavía", finaliza Krkic.
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